El proyecto presentado fue el ganador de concurso nacional de diseño de identidad visual para la EXPO 2023. En más de 170 años será la primera vez que este tipo de evento se haga en Latinoamérica. En ese marco se crearon iconos como la Torre Eiffel, el Crystal Palace de Paxton o el Pabellón de Barcelona de Mies. Será durante 3 meses en Buenos Aires, donde hoy es el predio de Tecnópolis. El evento contará con pabellones de más de 100 países y espera 90.000.000 de visitantes de todo el mundo. 

El trabajo fue seleccionado ganador entre 56 presentados, evaluado por un jurado de lujo presidido por Carlos Venancio e integrado por Alejandro Paul, Alejandro Ros, Laura Varsky, Julio Ferro y Marcelo Gabriele. Organizado por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y el Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos. 

En la construcción del signo buscó trabajar diferentes conceptos superpuestos en capas de forma progresiva, logrando construir un relato del evento condensado en el mismo signo.

El resultado es un signo que juega con la forma del mundo, latinoamérica, Argentina, el hombre, banderas, una flecha que dice “Ud. está aquí”, pixels, código QR, un guiño a la bandera whipala y el textil precolombino. Todo esto expresa la mixtura de Argentina y la región.

Con los pabellones de los países arribados como protagonistas de la expo, al signo marcario se le suma un “código” por cada país que forma parte, logrados a partir de la deconstrucción de las banderas. Estos signos serán claves en el desarrollo de la identidad antes, durante y después del evento. (los países están seleccionados a modo de ejemplo)

A los códigos de los países se le suman otras familas de signos conformados de acuerdo a diferentes requerimientos identitarios. Desde signos explosivos y abstractos con fin decorativo y conceptual, hasta signos temáticos y de las principales atracciones arquitectónicas del predio, que podrán trabajar a su vez como sub-marcas.

Tanto la marca como el resto de los signos saldrán al mundo a pasear en escala humana, en las calles de Buenos Aires, el mundo y en la expo estos funcionarán como hitos para selfies y mobiliario urbano en forma de bancos, colgantes o juegos. Podrán ser fabricados en metal, madera o siendo directamente una o muchas pantallas cuadradas, incluso interactivas.

Observando el rico historial gráfico de este evento, elegimos dejar una “huella digital” orgánica, que dé cuenta de la relación creativa, tecnológica y cultural entre el ser humano y el mundo, fundiéndose en una misma textura. Se retomó la estructura de una marca circular, global, presente en muchas de las identidades, inclusive antes de ser signos.

Para el video de presentación de la marca se trabajó también la identidad desde lo musical, buscando una secuencia de notas que identifique el evento, que sea memorable, «silvable» y que permita luego ser interpretado en diversos estilos del mundo, por cada país que participe de la expo.